Letra de Pueblo Blanco
Colgado de un barranco
duerme mi pueblo blanco
bajo un cielo que, a fuerza
de no ver nunca el mar,
se olvidó de llorar.
Por sus callejas de polvo y piedra
por no pasar, ni pasó la guerra.
Sólo el olvido
camina lento bordeando la cañada
donde no crece una flor
ni trashuma un pastor.

El sacristán ha visto
hacerse viejo al cura,
el cura ha visto al cabo
y el cabo al sacristán.
Y mi pueblo después
vió morir a los tres...
Y me pregunto: Por qué nacerá gente
si nacer o morir es indiferente.

De la siega a la siembra,
se vive en la taberna.
Las comadres murmuran
su hitoria en el umbral
de sus casas de cal.
Y las muchachas hacen bolillos
buscando, ocultas tras los visillos,
a ese hombre joven
que noche a noche forjaron en su mente,
fuerte para ser su señor
y tierno para el amor.

Ellas sueñan con El,
Y El con irse muy lejos
de su pueblo. Y los viejos
sueñan morirse en paz,
y morir por morir,
quiren morirse al sol.
La boca abierta al calor, como lagartos.
Medio ocultos tras un sombrero de esparto.

Escapad gente tierna
que esta tierra está enferma,
y no espereís mañana
lo que no se os dió ayer,
que no hay nada que hacer.
Toma tu mula, tu hembra y tu arreo,
sigue el camino del pueblo hebreo
y busca otra luna.
Tal vez mañana sonría la fortuna.
Y si te toca llorar
es mejor frente al mar.

Si yo pudiera unirme
a un vuelo de palomas
y atrevasando lomas
dejar mi pueblo atrás,
Os juro por lo que fui
que me iria de aquí...
Pero los muertos están en cautiverio
y no nos dejan salir del cementerio.