En Ofensa Propia Letra

Piezas & Jayder

Melancholia

Letra de En Ofensa Propia
[Estribillo]
This is a song written exclusively for me,
something to warm on lonely winter’s night.

X2

Me dijo: “tú lo tienes todo”, lo dudo,
pensaba sentado en el trono
mordisqueando un trozo de pan duro,
no venderé mis alas para comprar tu escalera,
si caigo sé que no será por ir a lo seguro,
y luego está el que espera un golpe de suerte
hasta que llega y se queda sin dientes,
te dirá del cementerio que está lleno de valientes,
pero no a cuántos cobardes se llevaron por delante,
hablo de cuando las ganas van a ras del rodapié
y toca poner cara de “todo va bien”,
de avivar el deseo y por no arder en él bañarse en hielo,
a ver si espabilo de una vez,
hoy los perros del vecino interpretan su ópera prima y,
los platos sucios rozan el techo de la cocina,
moscas colonizan los restos de mi comida
mientras la pereza me usa como casa de acogida.
Abrir el buzón o mirar el cajero,
deportes de riesgo en el barrio obrero,
más quisiera contar que vinieron a robarnos dignidad
y lo primero que perdimos fue el miedo, pero no puedo.
Sólo es otra noche más en la que bebo solo,
mirando a la nada y pensando en todo,
me pongo un trago por cada plan de futuro,
hasta que cuelgo en mi cabeza el cartel de cerrado.

[Estribillo]
This is a song written exclusively for me,
something to warm on lonely winter’s night.

X2

Escribo recordando el día que explotaste,
y cómo el rímel pintó en tus mejillas dos galgos colgando de un sauce,
tarde o temprano las vigas se vencen,
y aunque el hecho de no estar debajo es un avance no me convence,
paso del romanticismo a la parodia,
con tal grado de ansiedad que la tranquilidad me agobia y,
llevo buena vida a ojos de los que me odian,
sólo para ver cómo se matan en ofensa propia,
quieren finales de cuento,
verme correr con un ramo de flores por el aeropuerto,
cuando nosotros somos de desayunarnos nuestro mal aliento
a base de besos o sexo semidespiertos,
usar un metro para medir mis palabras
es cocer los macarrones con Solán de Cabras,
cuestióname lo que haga falta,
no es la primera vez que una ola de mil pies me da la espalda.
Si hay un juego que defina mi rutina
es el de la gallinita ciega, pero en un campo de minas,
¿experiencias nuevas?, mira, para los Cadillacs sin ruedas
y las bombillas fundidas no hay sitio en Las Vegas.
Sólo es otra noche más en la que bebo solo,
mirando a la nada y pensando en todo,
me pongo un trago por cada plan de futuro,
hasta que cuelgo en mi cabeza el cartel de cerrado.

(Gracias a Jesús Álvarez por esta letra)