Letra de Niño Silvestre
Hijo del cerro, presagio de mala muerte.
Niño silvestre, que acechando la acera
viene y va.

Niño de nadie, que buscándose la vida
desluce la avenida y le da mala fama
a la ciudad.

Recién nacido, con la inocencia amputada
que en la manada redime su pecado
de existir.

Niño sin niño, indefenso y asustado
que aprende a fuerza de palos, como las bestias,
a sobrevivir.

Niño silvestre, lustrabotas y ratero,
se vende a piezas o entero
como onza de chocolate.
Ronda la calle mientras el día la ronde
que por la noche se esconde
para que no lo maten.

Y si la suerte, por llamarlo de algún modo,
ahuyenta al lobo y le alarga la vida
un poco más.

Si el pegamento no le pudre los pulmones,
si escapa de los matones, si sobrevive
al látigo, quizá...

llegue hasta viejo entre cárceles y fierros,
sembrando el cerro de más niños silvestres
al azar.

Y cualquier noche, en un trabajo de limpieza,
le vuele la cabeza a alguno de ellos,
sin pestañear.

(Gracias a Solano de Cafayate por esta letra)