Sharif Fernández

Nada Que Perder
Dime qué es un rey para un mendigo, qué es la suerte, qué es la ley, qué es el destino, qué es lo divino pal que vive en el alambre, si la bendita fe no quita el hambre. Dime cómo se mide la vida y el infinito, dime qué es la justicia, cuando sobrevivir es un delito dime si sabes cómo silenciar el grito que se posa en mi garganta igual que un pájaro maldito. Aprendí a vivir sin miedo, a cantar con furia, a limpiarme las lágrimas con la lluvia, ya desde niño con el hambre como escuela, el mundo de recreo y la calle bajo mi suela. Y no aprendí en el diccionario que quiere decir respeto, el barrio entero tuve de alfabeto, de mí papá nunca jamás tuve noticia así que tuve que aprender a aprender sin su caricia. Y yo crecí corriendo como potro sin establo, en un hombro Dios y en otro el diablo. Quemando el presente, luchando a diario con sangre impaciente, esperando que llegue lo extraordinario. Y el barrio fue mi ruedo, la calle el juego donde niños se hacen hombres, a sangre y fuego. Y es justo luego cuando empiezas a entender que si no se tiene nada ya no hay nada que perder. Traemos malas noticias, Letras de cancionesnuestra propia justicia, no tenemos bandera vivimos a la espera de un milagro que no llega Traemos malas noticias, nuestra propia justicia, no tenemos bandera vivimos a la espera de un milagro que no llega Dime qué es lo blanco y qué es lo negro, qué es lo sano, qué es lo malo, qué es lo bueno. ¿Pa' que rezar si nunca se cumplen los planes? ¿Dónde está el milagro de los peces y los panes? Vamos dime, como llenas las horas de estío cuando el hastío y el frío dejan tu pecho vacío, dime si está seco el río, dime si queda inocencia, en esta sociedad donde todo es apariencia. Aprendí que nadie nace ni asesino ni culpable, pero el destino a veces es un miserable, suave y amable pone la miel en tu boca, luego se equivoca y te mata cuando no toca. Señoría, no espere que le pida perdón, no es rebeldía, es poesía por compasión, si todavía no existe culpa sin redención, yo tengo la sangre fría, pero ardiendo el corazón. Porque crecí como las flores salvajes en las esquinas y en el barro, llevando un carro lleno de ruinas, pero feliz. Sabiendo que la flor tiene raíz, cuidando los detalles en las calles y el matiz. Que descubre lo valioso en la balanza, nada es más peligroso que un hombre sin esperanza tan solo somos agua en el molino hijos de las estrellas y del polvo del camino. From Letras Mania