Miguel Poveda

Bebiéndome La Dulce Primavera
Bebiéndome la dulce primavera me sorprendió la tarde junto al río y pude contemplar a mi albedrío el idilio del agua y la palmera. Me zambullí desnudo en la pecera buscando un corazón igual que el mío, y no encontré ni un faro ni un navío que me hiciera señales de bandera. La noche iba saltando por la orilla y puso en mi cabeza despeinada el filo verde-azul de su cuchilla. Mas cuando ya se ahogaba mi fortuna, quiso el viento mandarle a mi jugada el blanco salvavidas de la luna, de la luna, de la luna. Bebiéndome la dulce primavera me sorprendió la tarde junto al río y pude contemplar a mi albedrío el idilio del agua y la palmera. La noche iba saltando por la orilla y puso en mi cabeza despeinada el filo verde-azul de su cuchilla. Mas cuando ya se ahogaba mi fortuna, quiso el viento mandarle a mi jugada el blanco salvavidas de la luna, de la luna, de la luna. From Letras Mania