Rayden
Finisterre
He visto reír a los sauces, llorar a las hienas
Flechazos a primera risa, divorcios a ciegas
Botellas de cartón, navegar con cartas de cristal
Que dan la vuelta al cuerpo en 80 versos sin aterrizar
He escuchado verdades a medias,
Mentiras enteras, secretos de cuarto
He buscado tres pies al perro, aguantando un tiempo de gatos
He hablado con gente corriente teniendo dos bocas y una oreja
Que tenían tres ojos, dos caras y pensaban con dos cabezas
He pecado de santo,
He creído en tu dios pero ni tu dios es para tanto
A lo tonto creo más al reloj
He comido con la boca, también he hablado con las manos
Besado con los ojos abiertos, pero con el corazón
He vivido de la poesía y cuando muera seré un suicida
Aquel muerto que saltó al vacío para poder volver a la vida.
Caí rendido en las trincheras, resucitaba a ratos
Aquella luz dejaba de alumbrar
Lo estaba haciendo a mi manera, el barro en los zapatos
Siempre me ponía en mi lugar.
Me han cogido el brazo sin darme la mano siquiera
Dijo la sartén al cazo: “No me esperes para la cena”
He visto vidas en pena, penas de muerte y muertos en vida
Y esa mirada que a veces te mata y otras da vida, si te mira
Letras de cancionesMaté a la verdad tantas veces que temo vivir en la mentira
Y mentí al conocerte, y mentí en la despedida
Escribí sobre tu vientre veinte ‘para siempres’ con saliva
Pero ‘te quieros’ que no se sienten son peores faltas de ortografía
Tengo la pena amaestrada, la nostalgia a pan y agua
Y no, no les dejo que se suban ni al sofá ni a la cama
Comí comas, comí libros, entraste en mí como un virus
Pasaste como las modas, saliste como un suspiro
Directo al centro, adentro, haciendo diana
Apuntando hacia la mujer cañón salió disparado mi hombre bala.
Caí rendido en las trincheras, resucitaba a ratos
Aquella luz dejaba de alumbrar
Lo estaba haciendo a mi manera, el barro en los zapatos
Siempre me ponía en mi lugar.
Caí rendido en las trincheras, resucitaba a ratos
Aquella luz dejaba de alumbrar
Lo estaba haciendo a mi manera, el barro en los zapatos
Siempre me ponía en mi lugar.
Nos evitamos, nos evitamos evitar
Por principios, y evitamos volver a empezar
Por el final, ahogué a la pena y fue a morir al mar
From Letras Mania